Saliendo de Valera por la vía hacia Timotes, un desvío a la izquierda conduce hasta Jajó, sin duda el pueblo más bonito del Estado Trujillo. El viaje, más bien el paseo, toma cerca de una hora, disfrutando de los hermosos paisajes montañosos del Municipio Urdaneta.

Este hermoso pueblo andino fue fundado en 1611, por lo que posee más de 400 años de historia. Los españoles Sandro Briceño Graterol, Ángel Enrique Segovia y Fernando Araujo escogieron un espléndido valle entre las montañas para establecer una comunidad que ha mantenido sus características coloniales en pleno siglo XXI. Allí el tiempo parece haberse detenido.

La belleza de la población de Jajó le ha hecho ganar con amplios méritos el título de “Perla de Los Andes”. A Jajó lo caracterizan su fresco clima de montaña, su arquitectura colonial y sus calles empedradas. Pero lo más importante es que la gente del pueblo es amable y cordial, siempre dispuesta a atender con cariño y esmero al visitante.

Los lugareños se dedican a la agricultura. En los alrededores destacan los sembradíos de papas, zanahorias, perejil y ajoporro. El clima templado se presta para cosechar café y fresas. Por supuesto, en Jajó se cultivan hermosas flores que surten los mercados de Valera, Trujillo y La Puerta.